CAPÍTULO DOCE ᅳ maldito tu amor, malditas tus mentiras

song of the chapter
﹙the chain,
fleetwood mac﹚

📍Soho, Londres
📆 2019 (Años terranos)
🔊 Azalea

DOS DÍAS PARA EL ARMAGEDÓN

   Puede que no hubiera sido la persona más madura al colgarle a Crowley, pero por lo menos entré a la librería sin avergonzarme por haber dicho algo en el teléfono que no debería haber dicho.

Abrí la librería, que seguía igual que antes. Encontrándome a Crowley de espaldas. Él no se había dado cuenta de que estaba ahí. Cerré la puerta con cuidado, haciendo el menor ruido posible.

Aunque estuviera de espaldas, me di cuenta del cambio de corte de pelo. Antes lo tenía aplastado y engominado, ahora todo lo contrario. Me fijé  un poco en que las patillas de las gafas de sol eran distintas, por lo que seguramente tambíen había actualizado eso. Físicamente solo había cambiado eso, pero lo sentía diferente. Como Azirafel había dicho ayer, irradiaba una energía diferente.

Emocionalmente me forcé a no sentir nada. Estaba allí por una cosa y solo una: el Armagedón. Crowley solo era un pequeño bache.

Di un pasó y todo el suelo crugió, haciendo que Crowley se girara al momento. Nos miramos. Me pregunté que estaría pasando por su mente en esos momentos, que estaría pensando de mí. ¿Le habría avisado Azirafel de mi presencia?

Desencajó un poco la mandíbula e inclinó la cabeza.

ᅳPero si es Azalea, la princesa... ¿del Cielo? ¿Del Infierno? Nunca me quedó claro ᅳarqueó las cejas, metiéndose las manos en los bolsillo y caminando unos pasos hacia mí.

Rodé los ojos a la vez que soltaba un suspiro más que sonoro, me giré un poco hacia la puerta.

ᅳ¿En serio? ¿Ya te vas? ¿No me dejas atarme emocionalmente a ti como las últimas... tres o cuatro veces?

Lo miré con la boca abiertaᅳ ¿Tres o cuatro veces? ¿Tres o cuatro...? ¿Pero tú eres imbécil? ¡Dos! ¡Dos como máximo!

ᅳ¿Cómo ibas a saber tú eso?

ᅳ¡Tonterías! ¡Putas tonterías, Crowley! ᅳme giré hacia un lado, con los brazos cruzados. Tardé un par de segundos en volver a hablarᅳ. ¿Dónde está Azirafel?

ᅳSe quedó sin té, volverá en cualquier momento ᅳdijo entre dientes.

ᅳFabuloso ᅳmustié, sentándome en un sillónᅳ. ¿Así que perdisteis al niño?

ᅳ¡No lo perdimos! ᅳdijo al instanteᅳ. Unicamente... no lo encontramos.

Me reí con cierto tono de sarcasmo

ᅳDe todas las personas a las que podían haber mandado al convento, te mandaron a ti. ¡Obviamente iba a salir mal! ᅳme incliné hacia delante, mostrándole una cara de desagrado a Crowleyᅳ. Os pasasteis once años haciendo de niñeras del niño equivocado, ¿sabes lo patético se suena eso?

Crowley apretó los puños con ira, sentándose en frente de ella.

ᅳ¿Cómo sabes tú eso?

ᅳFell me lo contó ayer ᅳme encogí de hombros.

ᅳ¡Oh! Fell te lo contó ayer ᅳse burló un pocoᅳ. No sabía que ahora erais los mejores amigos.

Solté un gruñido largo y dejé caer mi cabeza hacia atrás.

ᅳMadura, Crowley. ¿Cuánto llevas existiendo? ¡Seis mil años! ¿No te parece raro que a veces sigas actuando uno de esos niños? ᅳme encogí de hombros haciendo una mueca.

Crowley arqueó las cejasᅳ Lo dice la que lleva toda una eternidad en la Tierra.

Volví a soltar un gruñido y me levanté, subiendo escaleras arriba.

ᅳ¿En serio? ᅳLos dos nos giramos hacia Azirafel, yo desde la mitad de la escalera y Crowley desde un sillónᅳ. ¿Va a ser siempre así?

ᅳ¿Cuánto tiempo llevas ahí? ᅳpregunté yo, asomándome por la escalera.

ᅳEl suficiente.

Me lanzó la caja con las bolsas de té y la subí arriba, colocándola junto al resto. Saqué tres tazas y empecé a preparar una tetera con café y otra con té. Al bajar, no supe que le sorprendió más a Crowley, que le preparara un café o que yo tomara café.

Compartimos una fugaz mirada.

ᅳEntonces, ¿qué vamos a hacer con el crío? ᅳempezó Crowley, frunciendo los labios.

ᅳTenemos que encontrarlo ᅳdije. Crowley me miró, articulando lo mismo que dije, burlándose de míᅳ. Se supone que ya tiene el sabueso, no creo que sea muy difícil encontrar a un niño al que le acompaña un perro enorme.

ᅳLo será. Yo tengo otra idea ᅳCrowley chasqueó los dedos, sin dejar un segundo para que Azirafel apenas me escucharaᅳ. Vamos al hospital, encontramos los papeles y vamos a buscarlo.

Suspiré y vi como Azirafel miraba primero a Crowley y luego a mí, sabiendo que Crowley tenía razón.

ᅳCreo que el silencio habla por si solo ᅳdijo Crowley, mirándome algo retador. Se puso en pie practicamente de un saltoᅳ. Vamos. Azirafel, tú vas delante.

ᅳ¿Qué? ᅳdije yo, alzando las cejasᅳ. ¿En serio? ¿Hasta tal punto llega tu veneno que no puedes soportar que yo vaya delante?

Se acercó hacía mí, aún quedando a una distancia de seguridad.

ᅳSí.

El trayecto en el Bentley fue bastante... curioso. Crowley apenas miraba a la carretera y Azirafel no paraba de volverse loco por ello. Yo me quedé parte del camino hasta Tadfield viendo a Crowley conducir. Como yo estaba en el asiento de atrás no se daba cuenta de que lo estaba mirando. No pude evitar pensar que tenía algo, un punto extraño por ver a Crowley conducir. Me gustaba, aunque no fuera algo tranquilo de ver.

En el camino también habían discutido si The Velvet Underground era bebop o no.

ᅳThe Velvet Underground, debí suponerlo ᅳdije, asomándome entre los asientos. Crowley no reaccionóᅳ. ¿Sabes? Después de pasar tanto tiempo en Estados Unidos  me acabó gustando bastante su música.

ᅳOh, no ᅳempezó Crowley, poniendo una muecaᅳ. Ya se lo que vas a decir por favor no lo digas, no...

ᅳMe encanta Bruce Springsteen.

Crowley soltó un gruñido, cerrando los ojos. Tuvo que dar un volantazo.

ᅳ¡Ugghhh, de todos los que había! ¡Incluso Taylor Swift es mil veces mejor opción! ¿Pero Springsteen? Terrible. Horrible. Terrorífico.

Sonreí un poco y me volví a echar hacia atrás. Me costó un par de segundos borrar la sonrisa, me había calentado el corazón un poquito. Aunque también me recordó a cuando estábamos bien, no como ahora.

A la media hora de camino, apoyé mi cabeza en la ventana y cinco minutos después ya estaba dormida.

ᅳ¿Cómo se supone que vamos a despertarla?

ᅳYo tengo un par de ideas, pero no creo que sean muy angelicales.

ᅳParece tan tranquila...

ᅳParece. Exactamente.

ᅳ¿Deberíamos dejarla dormir?

ᅳ¿No era que no se debían dejar animales en los coches? ¿Por lo del calor y que los mata?

ᅳ¡Crowley!

Con el gritito de Azirafel ya me había medio despertado, pero de todas formas Crowley abrió la puerta, haciéndome caer hacia el suelo.

ᅳ¡Joder, Crowley! ᅳchillé, equilibrándome. Me levanté al instante, sacudiéndome los pantalones.

ᅳVamos ᅳMe tocó el brazo, empujándome un poco hacia delante, siendo ese el primer contacto físico que teníamos en muchísimo tiempo.

Por su mirada supe que también se había dado cuenta, pero siguió caminando hacia el hospital. Parecía que no le había dado importancia, así que yo tampoco me molesté en hacerlo. Aunque sí que sentí cierto reconforte y calorcito por mi cuerpo cuando sentí el contacto.

NORA IS (S)TALKING . . .

aagghhhh ready para la tensión? yes, más de la que hay ahora

es que no sabeis CUANTO LOS ADOROOOOO es acabar un capítulo y escribir otro entero. i literally can't stop

No os olvideis de votar y comentar

Os amo<22